Segunda Are del Alma | El Odio
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SEGUNDA AREA DEL ALMA
‘EL ODIO’
Genesis 29:33
Concibió otra vez, y dio a luz un hijo; Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también este. Y llamo su nombre ‘Simeón’.

Es bien importante recordar, que no estamos estudiando el significado de los nombres de los hijos de JACOB, SINO MAS BIEN LO QIE HABIA ATRÁS DE CADA uno de ellos en el trasfondo.
Dijo Lea, el Señor a oído que soy odiada, por eso me ha dado también este hijo y le puso por nombre; ‘Simeón’. Vemos que nuevamente Lea, aun con este nuevo hijo continuaba amargada, aborrecida, odiada, es seguro que ella se sentía así, lo mismo le transmitió a su hijo el ‘ODIO’ que ella sentía o tenia dentro. Simeón, obviamente, también se sentía odiado no se ve pero viene en el alma.

Desarrollo;
SIMEON, SEGUNDO HIJO DE LEA Y JACOB

Simeón, (en figura) del odio, quiere decir; Desenfreno del alma, como que el alma en ese determinado momento no tiene freno, esta alma con libertad puede dar odio.
Este odio en Simeón fue engendrado desde el vientre de su madre y se comenzó a manifestar, cuando fue joven.
Lo primero que se manifestaba cuando hay odio es;

A) COLERA
La cólera en determinado momento nos puede causar muchos problemas, se puede catalogar como enojo, enfado, temperamento fuerte, ira etc.
Lo primero que se vio en Simeón después de haber engendrado odio, fue cólera. Hay mucho pueblo de Dios que cree, que Dios los hizo así con temperamento fuerte y no es así. Cuando el temperamento es muy fuerte, llega a lastimar a los que rodea este donde este cuando sucede esto es porque en el alma hay odio estas personas siempre están enojadas, enfadados, esas actitudes y cambio de carácter solo son manifestaciones de lo que realmente hay en el alma.

Ejem; Encontramos personas, quienes se enojan muy rápido, por cosas que otros hacen, excusándonos que a ellos les gustan las cosas bien hechas, casi perfectas pues son para Dios. Pero si escudriñamos un poco más profundo el corazón, ¿no será que lo que hay es odio?

Gn. 34: 1,2 SALIO DINA LA HIJA DE LEA, LA CUAL ESTA HABIA DADA A LUZ A JACOB, A VER A LAS HIJAS DEL PAIS. Y LA VIO SIQUEN HIJO DE HAMOR HEVEO, PRINCIPE DE AQUELLA TIERRA, Y LA TOMO, Y SE ACOSTO CON ELLA, Y LA DESHONRO.

GN. 34;25; (Venganza por su hermana dina) PERO SUCEDIÓ QUE AL TERCER DIA, CUANDO SENTIAN ELLOS EL MAYOR DOLOR, DOS DE LOS HIJOS DE JACOB, SIMEON Y LEVI, HERMANOS DE DINA TOMARON CADA UNO SU ESPADA Y VINIERON CONTRA LA CIUDAD, QUE ESTABA DESPREVENIDA, Y MATARON A TODO VARON Y A HAMOR Y A SIQUEN SU HIJO LOS MATARON A FILO DE ESPADA; Y TOMARON A DINA DE CASA DE SIQUEN Y SE FUERON.

Simeón al oír lo que le había sucedido a su hermana Dina, se llenó de ira y surgió en él, el deseo de venganza, a pesar de que Jacob su padre había llegado a un arreglo, con el padre de Siquen, (el que la deshonro) y habían accedido que ambos se casaran y reparar así lo cometido. Sin embargo, para Simeón eso no fue suficiente, el que tiene odio en el alma, no sabe perdonar, quizá dirá que si perdona, pero es solo de palabra, pero en el fondo de su corazón no perdona.
Si nos cuesta perdonar o si perdonar o si perdonamos para luego reclamarnos, examinémonos, del porqué de nuestra actitud, pues la raíz puede ser el odio.
La falta de perdón es ocasionada por el odio en el alma, pero eso viene a darse por la causa de desprecios, aborrecimientos vividos, etc.
b) Cuando hay cólera no se piensa
En Gn. 34:25 nos dice Simeón y Levi mataron a todo varón
• Solo se piensa en venganza
• Hay desenfrenó
• Pueden llegar hasta matar

Simeón desobedeció al tratado de su padre con Hamor, padre de Siquem, sin embargo se dejó llevar por su cólera. La cólera solo atrae dificultades, peleas. Jacob dijo a Simeón y Levi, “me habéis traído dificultades y hecho odioso entre los habitantes de la tierra.” (Gen. 34:31) Veamos en este capítulo que a pesar de ellos saber su mal accionar, aun así defienden su causa, reclamándole a su padre que el no tenía la razón. Hay mucho pueblo de Dios, que algunas veces sin ellos quererlo están deñando a los demás, el odio es como una fortaleza que lea tiene sin cuidado si daña a otros o no.

Cuando constantemente se entra en peleas, dificultades, en el hogar, con los padres, en el trabajo etc. Lo más seguro es que hay odio en el corazón, quizá porque hubo aborrecimiento en el alma desde de muy pequeño, en el vientre de la madre o hubo aborrecimiento ancestral. Todo esto es causante de que el alma se haya llenado de odio, la segunda área del alma.

El odio también lleva a hacer justicia por las propias manos, el odio es tan grande y tan fuerte que hasta planea matar como fue el caso de Simeón y Levi. Cuando hablamos de matar, no necesariamente tiene que ser liberal, se puede llegar a matar a alguien espiritualmente, (con una reacción, peleas, acciones incontrolables, etc.)

(Gn 37: 12-15-24) En la ausencia de Rubén el hijo mayor, Simeón el segundo hijo, planeo matar a su hermano José, pues en Israel se tenida mucho respeto a las autoridades y jerarquías, pero al llegar Rubén decidió que no lo mataran sino que lo metieran a una cisterna, pero por parte de Simeón lo hubiera matado como la había planeado.
• Simeón es figura de odio
• José es figura de Jesús

El odio aprisiona a Jesús y no deja que el Espíritu Santo se expanda en nuestra vida. Cuando hay odio en algún hermano en Cristo, con facilidad se va de la iglesia.
Después de ser aprisionado José, fue vendido y comprado por unos mercaderes, quienes lo vendieron como esclavo a Egipto. Aun en ese lugar, después de muchos sufrimientos sirviendo en casa de Potifar, (el hombre que lo compro), aun allí fue difamado por la esposa del mismo, fue encarcelado injustamente, pero el tiempo del Señor. Él lo traslado de la cárcel al palacio real, hallando gracia delante del Faraón, José empezó a ser prosperado, hasta llegar a ser el segundo en el reino egipcio.
Pasado los años, sobrevino una gran hambre sobre la tierra, la cual obligo a los hermanos de José a buscar alimento en otras regiones, viviendo así en busca de alimento, José al volver a ver a sus hermanos se conmovió, pero vemos en la lectura de la Biblia, que lo primero que hizo fue, encarcelar a Simeón, (el odio), esto es, (fig) que el odio hay que estarlo encarcelando constantemente en el nombre de Jesús con su preciosa sangre y con el poder del Espíritu Santo, José encarcelo a Simeón, (el odio),hasta que llegara Benjamín, (fig) de la iglesia novia esposa, o sea hasta que el Señor nos lleve como su esposa se acabara todo odio. Pero mientras ese momento llega dejemos que El Espíritu Santo haga su obra, pues él se especializa en hacer al odio más pequeño.

Como hijos de Dios, debemos de encarcelar a Simeón, (el odio) ya no debe de existir, odio, falta de perdón en nuestro ser, no señalar más a los demás, pues eso quiere decir que algo hay nosotros también.

c) El odio trae grandes consecuencias.

De todas las tribus de Israel, que caminaron con Moisés con el desierto, fue precisamente la tribu de Simeón , la que más disminuyo en el desierto, más o menos después de un año del éxodo del mar rojo, censaron a todas las tribus de hombres valientes para la guerra y encontraron que la tribu de Simeón tenía 59,300 hombres, un año después cruzaron el desierto camino a Canaán, anduvieron por el desierto cuarenta años, pasando estos cuarenta años por el desierto ya solo encontraron que contaban con 22,000 hombres para la guerra, quiere decir que esta tribu disminuyo el 62%, fue la tribu que murieron más hombres, la más afectada y la que más que sufrió en el desierto.
Ahora traslademos eso a nosotros, 2,000 años después que paso todo esto. Si tenemos odio en el alma, debemos de tener mucho cuidado, porque podemos quedar muertos en el desierto, porque esta área es la que vota más cristianos de lo que nosotros nos imaginamos, nos puede dejar tirados en el desierto, quizá salvos pero sin galardones y sin el galardón mayor de ver al Señor.

El odio ocasiona peleas, contiendas, al punto de poder alejar a un hermano del camino del Señor y estos hermanos que se fueron afectados, dañados por causa del odio, se amargan y lo que buscan es vengarse. El odio es una de las primeras áreas que se deben de entregar al conocer al Señor, es también una de las primeras áreas que Cristo disminuye en nosotros al entrar en nuestro corazón.

Este pasaje nos habla de lo que éramos antes, nuestra vida pasada, malos hábitos en otro tiempo, pero al venir Jesús a nuestras vidas, derramo todo su amor en nosotros, para que nosotros en lugar de odiar fuésemos capas de amar.

d) La ley castigaba al que odiaba.
Nm 35: 20-21 Y si por odio o empujo, o hecho sobre el alguna cosa por asechanzas, y mure; o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida; el vengador de la sangre matara al homicida cuando lo entrare
Si se empujaba a alguien sin odio, no era castigado, pero si lo había hecho con odio sí. Hoy mucho creyente, hablando espiritualmente, empuja a su hermano con odio, para el hombre es difícil saber si fue con odio o no, pero el Señor que conoce y escudriña las intenciones del corazón si lo sabe.
Al odio le gusta que lo que el ha sufrido lo sufra otro, ¿Qué hubiera sido de nosotros, si Cristo en lugar de amarnos nos hubiera odiado? Nos hubieras perdido eternamente, pero bendito sea su nombre, que El es “Amor”, pero por ese amor con que nos amo, es que debemos de tener cuidado de no empujar a alguien.

e) Dios descubre el odio en la congregación:
La raíz de la maldad es el odio. Pr. 26:26 Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación.
Si actuamos con maldad en la congregación, examinemos nuestro corazón, porque puede ser que en nuestra alma haya odio, odio que en determinados momentos, se manifiesta en enojos, peleas, contiendas, dificultades.

f) El que tiene odio, no tiene el deleite de poder disfrutar:
Son aquellas personas que nada les satisface, no hay algo que pueda disfrutar, puede tenerlo todo hablando materialmente, pero no disfruta de nada, podemos tener los mejores manjares, pero si hay odio de nada sirve, pues no hay disfrute (Pr. 15: 16-17) Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor. Mejor es la comida de legumbres, donde hay amor. Que de buey engordado donde hay odio.

g) El que trama venganza odia
Salmo 25: 19 Mira mis enemigos como se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. El odio violento se puede manifestar en seis maneras:
• Por cólera
• Dificultades por causa del temperamento y no pensar antes de hablar y se meten en dificultades, en esto hay odio.
• No disfruta de lo que Dios les ha dado
• Siempre reniegan, ¿Por qué yo?
• El que trama venganza, tiene odio y planea matar.
• Si hay violencia, con facilidad golpea y se altera, etc. La razón es porque llevan odio por dentro.

EL odio es la segunda área de nuestra alma, es una área que tiene mucho poder en nuestro ser, pues es tan sutil que se esconde, por eso Dios quiere limpiarnos, El quiere hacer la obra en nuestra vida, pero depende de nosotros que nos dejemos que trabaje en cada uno de nosotros.

En la figura que vimos de José (Jesús) y Simeón (el odio), el odio quiso matar a Jesús, pero lo que hizo nuestro Señor Jesús fue encarcelado pues aun no había llegado el momento en que el odio fuera totalmente desechado de nuestra alma, pero al encarcelarlo, pues aun no había llegado el momento en que el odio fuera totalmente desechado de nuestra alma, pero al encarcelarlo, lo hacemos más pequeño, y a que mientras estemos en este cuerpo, el odio puede manifestarse en nosotros, pero depende de nosotros con que intensidad se manifieste.

La mayoría tenemos esta área y no muy pequeña, por eso es importante pedirle al Señor que nos ayude a escudriñar nuestro corazón, para entregársela al Espíritu Santo y que sea El, el que vaya disminuyendo esa área en nuestra alma. Al igual que la rebelen la disminuimos con la obediencia, el antídoto para disminuir y combatir “Al Odio” en el alma es “EL AMOR”

No tenemos escusa para no tener amor, pues el perfecto amor ya ha sido derramado sobre nosotros de nuestra coronilla, hasta la planta de nuestros pies (Ro. 5:5) Lo que debemos de manifestar como hijos de Dios es, “amor y perdón.” Cuando bendecimos y sabemos pedir perdón, estamos manifestando el amor de Dios en nuestra vida y nos damos cuenta que el odio ha sido encarcelado.

CONCLUCION:
El Señor ha enviado a su Espíritu Santo, con nosotros y sobre nosotros, solo roguémosle que encarcele todo odio en nuestra alma, para que no se manifieste en cólera, en pleitos o venganzas. Debemos de renunciar a todo odio en nuestra alma, a toda insatisfacción, a todo odio que nos haya engendrado por medio de los ancestros, a todo rechazo desde el vientre de la madre, a todo rechazo en la familia, debemos de perdonar al padre o a la madre, aunque nunca se les haya conocido, rechazar a todo rechazo en la congregación. Al igual que José, figura de nuestro Señor Jesucristo, dejemos que sea El, el que encarcele todo odio en nuestra alama, hasta su venida, cando será quitado de nosotros el odio totalmente.

Hoy tenemos la oportunidad sobre nuestra vida en el nombre maravilloso de Jesús y en su nombre encarcelar todo odio, para hacerlo pequeño, dominándolo nosotros y no él en nosotros.

En Jer 31:3 la palabra de Dios nos recuerda su grande amor para con nosotros. “Jehová es manifestó a mi hace ya mucho tiempo diciendo: con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongue mi misericordia” Ese amor es poderoso para encarcelar todo odio, para que no nos afecte mas todo aborrecimiento en nuestra alma, pues nos muestra a través de su palabra y de su Espíritu Santo, que El nos amo en cada etapa de nuestra vida, sea cual sea el menosprecio que hayamos sufrido ahí nos amo Jesús por eso en el poder de su nombre, podemos en libertad renunciar a todo desprecio y poder así perdonar a encarcelar todo odio en nuestra alma y dar amor.

Antídoto para, “El Odio” es: El Amor

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